miércoles, 19 de octubre de 2011

Depresión y VIH: dos problemas relacionados desde el principio de la infección.

Los problemas psiquiátricos han sido descritos desde el principio de la epidemia como alguno de los problemas más frecuentes asociados a la infección por VIH.



Hay una gran variedad de problemas asociados a la infección, desde la psicosis a los problemas de personalidad, pasando por los cuadros depresivos. De hecho, la depresión es uno de los problemas más frecuentes a los que se tienen que enfrentar los pacientes infectados por VIH.

Aparte del sufrimiento y los problemas asociados a la depresión que se da en personas no infectadas, la depresión tiene una serie de características específicas en la infección por VIH. Normalmente las personas depresivas tienden a encerrarse en sí mismas y perder muchas de las habilidades sociales (como las de relacionarse con otras personas y construir una vida “pública”). Esto podría conllevar en as personas infectadas por VIH que acudieran menos a los controles médicos, tomaran menos medicación o la tomaran de forma más inadecuada, lo que conllevaría a la larga más riesgo de evolución a sida.

Recientemente un trabajo publicado en la revista AIDS and Behavior trata de analizar con detalle las consecuencias que tiene la depresión en las personas infectadas por VIH. Para ello se estudiaron en es estudio STEP de forma prospectiva un grupo de personas recién diagnosticadas de VIH. Se le realizaron una serie de pruebas (básicamente cuestionarios) para diagnosticar la depresión y, por último, se intentó relacionar los hallazgos con un control adecuado de su infección. De 180 participantes, un 67% fueron diagnosticados de depresión. La depresión se asoció al sexo femenino, unos ingresos inferiores a los 25.000 $, el abuso de drogas, el difícil acceso a los servicios sanitarios y la poca capacidad de resolver los problemas propios de la misma persona. Mientras que un 68% de las personas no deprimidas siguieron un buen control sanitario, esto solo ocurrió en un 56% de las personas deprimidas.

Todos estos datos sugieren que la depresión es un problema de primera magnitud en la infección por VIH y que además influye de forma muy negativa en el seguimiento médico de los pacientes. Una atención especial se debe prestar a este problema, ya que previsiblemente su tratamiento y mejora en los pacientes podría ayudar a una mejora en el cuidado de su enfermedad de base.

Mayor cantidad de casos de Sida en BC

Viven con VIH 225 mil EN EL PAÍS

Podrían desconocer 50 mil que lo tienen, según director general de Censida de la Secretaría de Salud federal.
Hasta 50 mil personas de las 225 mil que viven con VIH en México podrían desconocer que lo padecen por tratarse de infecciones recientes, ocurridas en los últimos 6 a 12 meses.
Baja California es la entidad donde hay la mayor población registrada de personas con VIH dentro de los Estados fronterizos, es la que tiene la mayor tasa de casos nuevos de Sida y mil 350 recibiendo antirretrovirales en la Secretaría de Salud.

Suman 6 mil 718 casos en el Estado, pero hay personas que pueden no estar registradas porque no se acercan a recibir atención médica hasta que tienen síntomas.

Así lo informó José Antonio Izazola, director general de Censida de la Secretaría de Salud federal.
Baja California es la tercera entidad con la mortalidad más alta en materia de VIH con tasa de 8.7 por ciento según los datos finales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 2009, cuando la media nacional fue de 4.8.

Los casos de Sida en Baja California son significativamente más altos que en cualquier otra entidad federativa, pero no es donde está el mayor número de personas que viven asintomáticas con VIH, refirió.

Todo adulto con factores de riesgo como parejas sexuales múltiples o consumo de drogas inyectables debe someterse a una prueba de detección por año y quienes no los tienen a una cada cinco años, expresó.

Cada año hay entre siete y 10 mil infecciones nuevas. La prevalencia más alta se concentra en hombres trabajadores sexuales que tienen sexo con hombres, con aproximadamente el 15 por ciento y 11 por ciento si no son trabajadores sexuales.

Usuarios de drogas inyectadas, 5 por ciento. Trabajadoras sexuales hasta dos por ciento, sus clientes hasta 0.6 por ciento. Hombres heterosexuales sin factores de riesgo hasta 0.5 por ciento y mujeres heterosexuales 0.2 por ciento.

En marzo de 2009 bajó la mortalidad de las personas que reciben tratamiento antirretroviral; de 2008 a 2008 uno de cada 7 fallecían datos preliminares a mayor de 2011 indican que la cifra podría colocarse casi a la mitad de eso en 3.3 por ciento, anticipó.

Ahora el tratamiento antirretroviral es de acceso universal garantizado, en México no hay listas de espera a toda persona que llega al sistema de salud asegura su tratamiento.

De 2006 a 2011 casi se ha triplicado el número de personas bajo tratamiento con 41 mil 300 en la Secretaría de Salud, la proyección es que sean casi 44 mil 500 para marzo próximo gracias al Fondo de Gastos Catastróficos que atiende a dos terceras partes de la población que requiere retrovirales.